FERNANDO GIOIA

(Buenos Aires, Argentina, 1980)

 

Selección de poemas de su libro inédito

Agua (2005)

 

 

Oleaje

 

I

 

El ala

        que vierte

en cada nombre

cenizas de la noche

o formas

del cielo

en la piel del sueño

 

(temblorosa)

 

 

La luna

           del río

 

desnuda

de palabras

                  los ojos

 

en el agua

asciende

 

la armonía de un abrazo

 

sobre el paisaje de amapolas

 

contempla símbolos de fuego fugaz.

 

Amanece

 

los labios

del universo

entre el borde

de un vientre azul

 

son signos

en la rosa

del muelle infinito?

 

olvidamos

ese rostro

que vuelve pétalo

                el otoño?

 

empequeñecemos

el viento

en las palabras?

 

el laberinto de una mirada

                   enmudecida 

en los ventanales del recuerdo

  ofrece rasgos

                       de un destino

 

¿Hacia otra parte?

                             el principio

con la blancura

más acá de la grieta

del mensaje

 

¿En el eco?

las olas

           entreabren

el rocío en sábanas

tempranas de ausencia

 

mientras

ella inventa pupilas de un momento

ella une pedazos de un diálogo

ella despide              el ocaso señalado

en la intemperie de su nombre.

 

 

 

II

 

El tramo

hacia la luz

de lo que vuelve

 

(una tormenta

casi vestida

de soles)

 

Silencios del humus

                                fragante:

 

la aurora

(el detenido hogar)

de los vientos

 

se mueve

disolviéndose

en la orilla

 

 

(los gestos púrpuras mueven piezas en los sueños por soñar

el significado se deshace en la oruga del otoño)

 

una boca y otra boca

golpean la puerta

de esa voz.

 

 

 

 

III

 

En la rama de este instante

un árbol

huye

mojado de claridad

y envuelve su fruto

en el viento próximo

 

(Fugas sin refugio

real

el cosmos de las cosas)

 

aquello

desprende aguas

como idiomas del río

en la creciente

 

follaje

terrenal de la nube

sobre el reflejo contrario

del astro

de un verde

fulgor

          en el borde:

 

(algo

dibuja una llama

no un fuego

de presencias

una llama

casi inocua

de tibieza)

 

 

la órbita de la orilla

escapa un beso

como lo invisible en la mano del espejo

 

(sin ella estaríamos perdidos)

 

con la curva encendida

detrás

de la corteza ínfima

el lapsus

entró en (silencio)

 

paisaje dormido de flores que existen más allá

de los ojos

esas formas lejanas llenan el mundo de pájaros

 

¿Habíamos visto preceder sus alas? 

 

 

 

V

 

Nos roza de quietud

la cándida raíz

del fruto de dos

palabras nacidas

para el silente

jardín?

            

el capullo

inaudible en el leño

 

un latido suave y cercano

pariendo rostros como trozos de leteo

 

              un laberinto de jazmines

en la blanca arquitectura del alba

encuentra la tierra

tibia de pasos

 

      (el pájaro quiere ir

    un poco más lejos

 antes de comenzar)

 

 

 

 

VI

 

Magia de un salto

floreciente

en la calma del horizonte

la bruma inicial

es el azul de sí misma

en torno

a ese espejo.

 

 

 

 

 

fragmento de la noche

 

 

(...)

 

 ese borde

de lo mirado

 

un astro:

 

(lo intangible

en el árbol

hace los delgados tallos

en las manos del niño)

 

(el eco de los pájaros

descansa sobre la luz y

la sombra

que se tiñen de luna)

 

la noche

incendia el abismado puente

mientras las hojas

esperan el mensaje.

 

 

(...)

 

(un movimiento que se

desprende del sol

y se adentra)

 

(el pétalo

que inicia la primavera)

 

(¿encontraremos esa imagen

en un instante

fuera del tiempo?)

 

 

 

(...)

 

(un breve eco

el antes y el después

del destino)

 

(el laberinto

entre las metáforas

del tiempo)

 

(efímera

se muestra

la estrella

y desde lejos

permanece)

 

(...)

 

Los acordes del aire

abren el libro

de la noche

y escriben al margen:

 

(el acertijo

del laberinto

abre su puerta

a otro laberinto)

 

 

 

la noche alza

un destino: al azar que esfuma

el crepúsculo...

(las almas ya saben)

lo que los ojos no ven

(dualismo de la miel)

un cáliz abre la colina y llena su promesa

de cumplimientos heridos

entonces lo que no tiene fin

empieza a ser un comienzo

entonces la espina

muestra su devoradora ternura.

 

 

(...)

 

sutil:

la caricia de la noche

 

contradicciones
de luna

 

(la razón

cósmica

de la vida)

 

transforma

el panal.

 

(...)

 

Escucha:

 la voz

de los astros  ¿quién

imanta el oráculo

contra el umbral

de los signos?

 

¿el cristal del sueño? ¿el murmullo

del oleaje? ¿el invisible tatuaje de

la sombra... 

 

(...)

 

ese aliento? hace viajar la esencia del enigma

por el labio del secreto?

 

(...)

 

 

Quién

transfigura el juego

de las sombras?

Quién

guarda pedazos

de lumbre cuando

se pierden

los ojos?

Quién

deja

su

quién?

 

 

 

 

(...)

 

construyes

un puente sobre otro

puente

 

allí despides el otoño

y las pendientes      son hermanas de la cima

allí la cima es el abrazo suficiente.

 

             (...)

 

 

...los círculos

el eco de los sueños

más fugaces

 

(el universo los envuelve

y

se deshoja)

 

Fernando Gioia nació en Buenos Aires, Argentina, el 22 de diciembre de 1980. Su primer libro, Retazos de lo mismo,  fue publicado por la Editorial tsé-tsé en el 2001. Con anterioridad apareció Intentos, en una edición de copias limitadas. Tiene inéditos dos libros de poemas: Agua y Sunal sur.

 

 

 

 

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